El país del cielo azul es el lugar por el que la oveja Pepi decide comenzar a escaparse |
La oveja Pepi en Mongolia
Viajábamos dentro de las duras furgonetas de origen ruso, que son las únicas capaces de aguantar los largos caminos sin asfaltar que recorren el país.
A los pocos días, ya nos abandonábamos a nuestros pasos, alejándonos de la seguridad de una carretera, hacia un magnífico Amarbayasgalant, el Monasterio de la Felicidad Tranquila.
Muchos kilometros después, en Kharkhorin, con un cartel en cirílico que traíamos de Madrid, hicimos publicidad de nuestra obra de marionetas Pepi, la Oveja Mongola justo en la puerta de nuestro ger. Después, hicimos un recorrido anunciando el espectáculo, lo cual generaba bastante sorpresa y curiosidad.
Tuvimos un pequeño público compuesto por varios niños, sus padres, un anciano sonriente y una pareja de turistas que nos miraban un tanto extrañados. Después de la obra, todos pudieron jugar con las marionetas, mientras les explicábamos los movimientos entre gestos y palabras en inglés.